Grecia celebrará elecciones anticipadas después de que Dimas no haya superado la tercera votación y sólo haya conseguido 168 votos a favor. De esta manera, el candidato propuesto por Samarás para la presidencia de la República no ha obtenido el respaldo necesario y Grecia se enfrentará a nuevos comicios el 25 de enero o el 1 de febrero.
De esta manera, al no conseguir los 180 votos a favor que necesitaba, la Constitución establece un plazo de diez días para la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales entre tres y cuatro semanas después, entre el 25 de enero y el 1 de febrero. Finalmente, 132 diputados han votado en contra y se ha repetido la pauta de la segunda votación celebrada la pasada semana.
Según diversas fuentes, el gobierno de Samarás ya había convocado un consejo urgente este mismo lunes para iniciar los trámites para las próximas elecciones ante la previsión de que la elección de Dimas no prosperase. La bolsa griega se ha desplomado y se hunde ya más de un 10% tras conocerse la noticia.
El papel de Syriza
Además, las últimas encuestas dan como vencedor al partido izquierda Syriza, un grupo contrario a las políticas de austeridad que han llevado a cabo los últimos gobiernos para cumplir con las exigencias del rescate. En este sentido, muchos expertos concluyen que la reestructuración de la deuda que pide Syriza, llevaría a Grecia a perder las líneas de crédito abiertas por el rescate aprobado por la UE y el FMI.
En este contexto, Capital Economics señala que el líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha intentado asegurar que su partido quiere mantener Grecia en la Zona Euro y mantener las finanzas públicas en equilibrio. “Pero los inversores siguen preocupados por la posibilidad de una reestructuración de deuda y una relajación en las medidas de austeridad”, explican estos expertos. “Lo que es más, el periodo prolongado de incertidumbre política podría dañar a la economía de Grecia que sólo salió recientemente de una recesión de seis años”.
Además, el próximo 28 de febrero será una fecha clave para Grecia debido al vencimiento del rescate que podría dejar al país sin una línea de crédito o el acceso a los mercados de financiación.